Publicado en Revista Literaria “Mapuche “.
Año 1 –Nº 6 - Octubre- Noviembre de 1982 (impresa)
Influencia
del HUMOR en los distintos estados de ànimo del ser humano
Escribe: Miguel A. Ojeda (Còrdoba)
Desde
que abrimos los ojos en el despertar matinal, nuevamente nacemos y nos
confrontamos muchos de nosotros con un diario obstétrico llamado vivir. Se
conjugan una serie de sucesivas alternativas cambiantes, que promueven los
denominados problemas cotidianos. Precisamente, por estas instancias, el ser
humano a modo de carrusel ve pasar en procesión los distintos estados anímicos
que se alojan en su quórum-transitoriamente, y también por largas horas-. Asì,
pues, ¿Cómo salir del psicodrama, o alcanzar lo tragicómico? … Por comenzar
sabemos que nuestro espíritu es un buen recepcionista de sonrisa amplia, cuando
nos visita la alegría y sus encendidas cintas multicolores, el placer, la
amistad sin “h”. Y, claro.
Nos
encontramos con que la jocosidad cumple su número, haciéndose contagiosa en
derredor nuestra. Ahora bien, por estos momentos precedentes reír resulta
fácil. Cualquier bagatela nos parece irrisoria. El meollo de la cuestión reside
cuando percibimos la llegada por tiempo
indeterminado de Doña Soledad, las situaciones límites, la adversidad, la
resignación, el aislamiento y la duda con su dilema viscoso y pegajoso, que conforman un verdadero manto doloroso.
Como consecuencia la angustia se puede convulsionar, la incertidumbre y la
impotencia tornarse como factores turbulentos y perturbantes. Y, he aquí, donde
uno debe asirse de una compañía, para lo cuál
debemos recurrir al bálsamo de una mercancía valiosísima que todos
tenemos dentro de si ..poco explotada. Y ella se llama HUMOR. Primero, debemos
comprender que, sin el, el acíbar de la tristeza, n valoraremos nunca la
satisfacción del regocijo. Como asì también debemos aprender a preocuparnos, a
sufrir y a llorar … para como de repente a saber reir.
Por
supuesto, que esta capacidad está desarrollada en unos màs que en otros. Hay
quienes saben en que punto reír, y de que reír . Que riman la aguda espina del
dolor con el ¡ja! de la alegría. Que sus sueños y emociones están contenidos
por el HUMOR.
De
tal, como auténticos alquimistas de la humorada logran en continuas
transmutaciones que, los aparentemente interminables dramas cotidianos y
anocheceres de días agitados afloren a la comedia de la vida, o a la comedia
absurda.
En
una suerte de mágica metamorfosis. Algo, que no ocurre con los solmenes y
soberbios, quienes arrastrando como grilletes una irritabilidad crónica, la
calidad de sus risas se reducen tan solo a sus victorias, por los buenos éxitos
y por ponerse sobre los demás.
Lin
Yutang en su obra “La Importancia de Vivir”, (pàg.94). Concibe al humor, como
una función química que cambia de raíz el carácter de nuestros pensamientos.
Luego de este oportuno extracto recordatorio del escritor, pienso que en muchas
ocasiones el humor salva.
Nos
despeja de filosofías sombrías, de estudios demasiados serios sobre tópicos que
finalmente con el tiempo que todo lo borra, quedan como meros aspectos
insignificantes. Y, para terminar, el HUMOR es una eficaz tableta para
enfermedades de moda, como son: “La inhibi, la depre, la repre, y la regre
(melancolía, nostalgia)”.
Ejercitemos
la gimnasia mental del humor , para arribar a una mayor perspectiva positiva -
por cierto - de la realidad contemporánea.
A propósito una pregunta, señor lector: A Usted
cómo le va … ¿Bièn ò …. normal?.-
Miguel
Àngel Ojeda. Escritor y humorista cordobés. Fue colaborador en la legendaria y
ya desaparecida revista de humor “Hortensìa”, con el seudónimo de el “Bochín
Ojeda”
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