miércoles, 19 de septiembre de 2018

El Rescatador


Publicado en Revista Literaria “Mapuche “. Año 1 –Nº 6  - Octubre- Noviembre de 1982  (impresa)

Influencia del HUMOR en los distintos estados de ànimo del ser humano
            
                          Escribe: Miguel A. Ojeda (Còrdoba)

Desde que abrimos los ojos en el despertar matinal, nuevamente nacemos y nos confrontamos muchos de nosotros con un diario obstétrico llamado vivir. Se conjugan una serie de sucesivas alternativas cambiantes, que promueven los denominados problemas cotidianos. Precisamente, por estas instancias, el ser humano a modo de carrusel ve pasar en procesión los distintos estados anímicos que se alojan en su quórum-transitoriamente, y también por largas horas-. Asì, pues, ¿Cómo salir del psicodrama, o alcanzar lo tragicómico? … Por comenzar sabemos que nuestro espíritu es un buen recepcionista de sonrisa amplia, cuando nos visita la alegría y sus encendidas cintas multicolores, el placer, la amistad sin “h”. Y, claro.
Nos encontramos con que la jocosidad cumple su número, haciéndose contagiosa en derredor nuestra. Ahora bien, por estos momentos precedentes reír resulta fácil. Cualquier bagatela nos parece irrisoria. El meollo de la cuestión reside cuando percibimos la llegada  por tiempo indeterminado de Doña Soledad, las situaciones límites, la adversidad, la resignación, el aislamiento y la duda con su dilema viscoso y pegajoso,  que conforman un verdadero manto doloroso. Como consecuencia la angustia se puede convulsionar, la incertidumbre y la impotencia tornarse como factores turbulentos y perturbantes. Y, he aquí, donde uno debe asirse de una compañía, para lo cuál  debemos recurrir al bálsamo de una mercancía valiosísima que todos tenemos dentro de si ..poco explotada. Y ella se llama HUMOR. Primero, debemos comprender que, sin el, el acíbar de la tristeza, n valoraremos nunca la satisfacción del regocijo. Como asì también debemos aprender a preocuparnos, a sufrir y a llorar … para como de repente a saber reir.
Por supuesto, que esta capacidad está desarrollada en unos màs que en otros. Hay quienes saben en que punto reír, y de que reír . Que riman la aguda espina del dolor con el ¡ja! de la alegría. Que sus sueños y emociones están contenidos por el HUMOR.
De tal, como auténticos alquimistas de la humorada logran en continuas transmutaciones que, los aparentemente interminables dramas cotidianos y anocheceres de días agitados afloren a la comedia de la vida, o a la comedia absurda.
En una suerte de mágica metamorfosis. Algo, que no ocurre con los solmenes y soberbios, quienes arrastrando como grilletes una irritabilidad crónica, la calidad de sus risas se reducen tan solo a sus victorias, por los buenos éxitos y por ponerse sobre los demás.
Lin Yutang en su obra “La Importancia de Vivir”, (pàg.94). Concibe al humor, como una función química que cambia de raíz el carácter de nuestros pensamientos. Luego de este oportuno extracto recordatorio del escritor, pienso que en muchas ocasiones el humor salva.
Nos despeja de filosofías sombrías, de estudios demasiados serios sobre tópicos que finalmente con el tiempo que todo lo borra, quedan como meros aspectos insignificantes. Y, para terminar, el HUMOR es una eficaz tableta para enfermedades de moda, como son: “La inhibi, la depre, la repre, y la regre (melancolía, nostalgia)”.
Ejercitemos la gimnasia mental del humor , para arribar a una mayor perspectiva positiva - por cierto - de la realidad contemporánea.

A  propósito una pregunta, señor lector: A Usted cómo le va  … ¿Bièn ò …. normal?.-

Miguel Àngel Ojeda. Escritor y humorista cordobés. Fue colaborador en la legendaria y ya desaparecida revista de humor “Hortensìa”, con el seudónimo de el “Bochín Ojeda”

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