jueves, 20 de junio de 2019

Enrique Anderson Imbert


Resultado de imagen para Enrique Anderson Imbert

El Suicida

Al pie de la Biblia abierta –donde estaba señalado en rojo el versículo que lo explicaría todo– alineó las cartas: a su mujer, al juez, a los amigos. Después bebió el veneno y se acostó.

Nada. A la hora se levantó y miró el frasco. Sí, era el veneno.

¡Estaba tan seguro! Recargó la dosis y bebió otro vaso. Se acostó de nuevo. Otra hora. No moría. Entonces disparó su revólver contra la sien. ¿Qué broma era ésa? Alguien -¿pero quién, cuándo?- alguien le había cambiado el veneno por agua, las balas por cartuchos de fogueo. Disparó contra la sien las otras cuatro balas. Inútil. Cerró la Biblia, recogió las cartas y salió del cuarto en momentos en que el dueño del hotel, mucamos y curiosos acudían alarmados por el estruendo de los cinco estampidos.

Al llegar a su casa se encontró con su mujer envenenada y con sus cinco hijos en el suelo, cada uno con un balazo en la sien.

Tomó el cuchillo de la cocina, se desnudó el vientre y se fue dando cuchilladas. La hoja se hundía en las carnes blandas y luego salía limpia como del agua. Las carnes recobraban su lisitud como el agua después que le pescan el pez.

Se derramó nafta en la ropa y los fósforos se apagaban chirriando.

Corrió hacia el balcón y antes de tirarse pudo ver en la calle el tendal de hombres y mujeres desangrándose por los vientres acuchillados, entre las llamas de la ciudad incendiada.

Fue un escritor, ensayista, crítico literario y profesor universitario argentino.
Nació en Córdoba el 12 de febrero de 1910. Falleciò en Buenos Aires, 6 de diciembre de 2000
Publicò:  Vigilia (1934); Fuga (1953), Evocación de sombras en la ciudad geométrica (1989); Amorío (y un retrato de dos genios) (1997),  La buena forma de un crimen (1998); Historia de una Rosa y Génesis de una luna (1999), novelas. En narrativa : El reino endemoniado, El mentir de las estrellas (1940), Las pruebas del caos (1946),El grimorio (1961),El gato de Cheshire (1965),Una plaza en el cielo, La sandía y otros cuentos (1969),La locura juega al ajedrez (1971),La botella de Klein (1975),Victoria (1977),Dos mujeres y un Julián (1982),El tamaño de las brujas (1986),El anillo de Mozart (1990),¡Y pensar que hace diez años! (1994),Reloj de arena (1995),Consenso de dos (2000),Consenso de tres (2002); algunos ensayos: La flecha en el aire (1937; muy ampliada en la edición de 1972),Tres novelas de Payró con pícaros en tres miras (1942),Ibsen y su tiempo (1946),Ensayos (1946), Historia de la literatura hispanoamericana, (1954; hay muchas reediciones revisadas y ampliadas en dos volúmenes),La crítica literaria contemporánea (1957), (Reediciones muy modificadas y ampliadas. Métodos de la crítica literaria, 1969; La crítica literaria, métodos y modalidades, 1979; La crítica literaria: sus métodos y problemas, 1984), Escritor, texto, lector (2001), etc.

Gioconda Belli


Resultado de imagen para gioconda belli

Y Dios me hizo mujer

Y Dios me hizo mujer,
de pelo largo,
ojos,
nariz y boca de mujer.
Con curvas
y pliegues
y suaves hondonadas
y me cavó por dentro,
me hizo un taller de seres humanos.
Tejió delicadamente mis nervios
y balanceó con cuidado
el número de mis hormonas.
Compuso mi sangre
y me inyectó con ella
para que irrigara
codo mi cuerpo;
nacieron así las ideas,
los sueños,
el instinto.
Todo lo que creó suavemente
a martillazos de soplidos
y taladrazos de amor,
las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días
por las que me levanto orgullosa
todas las mañanas
y bendigo mi sexo.

Nació el 9 de diciembre de 1948 en Managua (Nicaragua). Poeta y novelista
Publicò: Sobre la grama (poesía),Línea de fuego (poesìa)Truenos y arco iris (poesìa), El ojo de la mujer (poesìa), De la costilla de Eva (poesìa), Amor insurrecto (novela) Apogeo (poesìa), Lo cortès no quita lo valiente (ensayo), Sofía de los presagios (novela), La historia de la creación de las mariposas (cuentos), Waslala (novela), Èrase una vez una mujer (poesía), El infinito en la palma de la mano (novela), entre otros.

Raquel Piñeiro Mongiello



Resultado de imagen para raquel piñeiro mongiello

 Pueblos originarios


En qué sitio de la vida se guardó tu herencia
y trajo el recuerdo cristalino,
 de un corazón lleno de pájaros.
En qué soplo de los días se hizo evidente
el despliegue de tus alas,
donde un concierto de vientos dejó constancia
de aquellas  injusticias, clavadas sin piedad
en el abordaje del dolor.
En qué después sin mañana se borraron
los lenguajes estremecidos de tu raza,
y  cuál música enlutada desparramó
 la rabia electrizada de tus venas,
sangrando espanto.
En qué temblor de la sangre, hubo golpes
y se hicieron eco en la materia de tu cuerpo
para quedar boca abajo  y morder  el  desencanto
de la  luna y las estrellas  que ya no podrán verte
………………………………………….
A veces el continente sacude su diseño
descubre no está hecho para ninguna clausura
porque siempre regresa a su voz milenaria        
revive su soberanía y pone al cinturón de la vida
sus azules de poesía.
Otras y en una partida más explica a los siglos
como la mañana es una oración en su regazo
que tiembla entre sus silencios y le pone tréboles
al parpadeo de su nombre.
Después sabe nadie le enseña a vivir
en la brújula donde nada apaga
el oficio de los pájaros.
Otras veces una mirada
queda despojada                                                                                 
viaja hacia a dentro
como si en el tacto del alma
ya existiera  una copia antigua.

Nació en Rosario (Santa Fè)  y está radicada en Funes (Santa Fè), Argentina. Poeta y escritora.
Publicó:  Mi tiempo de retorno (narrativa); Rincones de herencias y oficios (poesía); Reflejos de un juego (poesìa ); De voces ilesas (poesía); A modo de amor (poesía); Lenguaje de pan (poesía); En defensa Propia (poesías y cuentos); Horas de arena (poesía).

Leyendas Argentinas


b_300_200_16777215_00_images_educativas_rio5-01.jpg

La leyenda del Rìo V o "Popopis" o "Popopís"

Se cree que ese nombre fue dado al Río por una de las antiguas etnias originarias, quizás los comechingones, los het o los ranqueles.
La Leyenda cuenta de una joven llamada POPOPIS, hija de un cacique importante de la zona de San Luis.
POPOPIS, se enamoró de un aborigen que no pertenecía al linaje Real, este amor que ambos tenían fue prohibido por el padre de ella, porque para él era inconcebible que su hija se uniera a un hombre que no fuera de estirpe. Lo cual, el cacique obligó al muchacho a alejarse de la zona.
Popopis, destrozada se sentó a llorar, tan profundo fue su Amor que sus lágrimas infinitas formaron el formidable río y más caudaloso que lleva su nombre.
La "magia" del Amor que transfiere su curso de agua, impregna las rocas y la arena, cargándolas de energía curativa para el alma. Desde entonces, la gente que transita la zona hace contacto con estas, para beneficio de ese amor que ella jamás pudo entregar.
El nombre ordinal "Quinto" proviene porque fue el quinto río importante que encontraron los conquistadores que avanzaron hacia el Sur desde la ciudad de Córdoba y modificaron su nombre.
Mas allá de las versiones, las persona no pueden negar que la energía se percibe de manera Superior los primeros días de cada semana; según se cuenta, sucedieron estos hechos.

(Fotografìa tomada de la pàgina web: Movimiento popular por el ambiente y los rìo pampeanos- Fundaciòn Chalideuvu)

Alberto Marcelo Pereyra


La imagen puede contener: una persona

Pircas
Las piedras fueron fieles
y el muro se quedo en el paisaje
como una larga herida
del lagartos y estíos.
¿ Que guardan esas piedras centenarias?
¿Las lágrimas del indio?
¿O el llanto de una raza
que se tragó el olvido?.
Las pircas permanecen ;
y ellos ya se fueron,
pero quedan aquí
tal vez en otros cuerpos,
tal vez en otras lágrimas,
tal vez en otros sueños.
Y están allí las pircas
y la sombra del indio,
los únicos testigos
los que vieron y oyeron
sabiendo su destino.
Las pircas quedan tiesas
como extrañas arterias de las sierra.

Las sombras han llegado
y el viento sopla frío.


Perckas

'Rumicuna fieles ´riancu
y percka cuticura paisajepi
ima suj suni nánay
ckaraippa y estío¡
¿Ina huackaicharancu chaycuna ´rumis centenarias?
¿Hueckes ´runamanta?
¿O huáckay suj razapa
ima mishpucura ckónckay?
Perckas tiancuna;
y paycuna na ´ricurancu,
taj cutincu caypi
pajta suj cunapi ucus,
pajta suj cunapi hueckes,
pajta suj cunapi mosckoycuna.
Y tiancu ckackaypi perckas
y llantu ´runamanta
sujlla testigocuna
ckaarancu y uyarirancu
yackaspa destinun.
Perckas cutincu sinchis
ina extrañacuna arterias orckopa.

Llantucuna amurancu
y huaira púcun chiri

(Traducción :Alicia Porcel de Peralta)
Poeta