Oda al Árbol y Otros Poemas
(poesía), de Gerardo Molina, Los Cerrillos (Uruguay)..
77
pág. ISBN: : 978-9974-91-014-0
Carátula
y dibujos : Pedro Cano
Diseño
de portada y contratapa: Tec. Karina Scalabrini.
Prólogo
: Prof. Matías Iguiniz
Comentario
de contratapa : Marisa Avogadro Thomè
E-
Book
Primera
Edición:Uruguay, 24 de Agosto de 2020.-
Oda al àrbol
No
concibo la vida sin el árbol.
Diz
que había una senda de eucaliptos
Desde
el Camino Real
hasta
la casa de mi bisabuelo
-lugar
de mi nacencia-.
Sus
jugosos butiás de un gualda intenso
allí
una joven palma prometía.
Lejano
ayer que casi no recuerdo…
(El campo era
como
una fiesta vegetal.
Y era
el
regocijo de los sembradíos
en
los surcos solemnes, paralelos
-bajo
su haz de colores
tan
negros y tan serios-.
Allí,
junto a “la linda”, el desgarbado
ñandubay
y los talas
enmarañados,
con su verde viejo,
tan
mansos a pesar de sus espinas;
el
gracioso espinillo;
como
embobado de pasión, el ceibo;
y
el ombú paternal,
nido
de juegos.)
Entonces,
niño aún,
en
la chacra del abuelo materno,
muy
cerca de “las casas”,
sorbí
mi jarro de espumosa leche
aún
tibia del ordeñe mañanero.
Junto
al nogal que siempre estaba
señoreando
en el azul ¡tan bueno
regalándonos
su corazón
en
innúmeros frutos!... ¡Ah, el tiempo
nos
deja la memoria
por
lo que ya vivimos,
por
lo que más queremos,
tenaz,
piadoso y siempre
inexorable
arquero.
¡Cómo olvidar los transparentes,
los
paraísos jóvenes
con
su rumor alado! (Adolescencia en sueños)
fraternales,
guardianes, confidentes
de
las lecturas ávidas, de aquel amor primero,
tristes
a mi partida,
gozosos
al regreso…
Después,
en
tantos avatares del destino
no
me faltó nunca la sombra amiga
de
un árbol compañero,
vertical,
sufrido y fuerte
con
el ejemplo claro del renuevo,
feliz
en la bonanza
y
en la lid, consejero.
Con su abuelazgo de nidos y de flores
rumoroso
o austero.
tan
grato a mis remansos,
tan
grato a mis silencios
sonoros
y a los cauces
por
donde infatigable
transcurre
el pensamiento.
O acercándome estrellas
con
su hálito fresco
para
que bordase de fulgores
mis
románticos versos,
luz
que con mi voz lírica pagaba
hecha
de música y de sentimientos.
Árbol, lejos quedaron
tu
primera sonrisa
vuelta
cuna que mi madre meciera
y
prisas y trabajos y desvelos
y
los caminos que parecen
en
cada fin nacer de nuevo.
Tutela, abrigo, confidencia, canto…
Guardarás,
luego, mi postrero sueño
que
buscará otras albas del arcano
donde
también habitarás tu cielo.
No concibo la vida sin el árbol
Nota.
Dicc. de Aut. Diz- Apócope de dice o dícese.Butiás-
Frutos de la palma o palmera ("coquitos", dátiles). "Lalinda"-
Del lenguaje campesino, el o la linde, límite.Ñandubay-
Árbol del género de las mimosáceas (acacias), demadera
muy dura y pesada, que se emplea generalmente en cercosde
estancia, corrales, etc. Lo hay negro y colorado. Clavado unposte
de ella en tierra, no se pudre jamás, antes se petrifica.(Daniel
Granada: Vocabulario Rioplatense Razonado).Tala-
Árbol frondoso, de hojas chicas, aovadas y escotadas, y deramas
muy torcidas, fuertes y espinosas. Su madera es blanca y seutiliza
en muebles y obras de carretería. Una vara recta de tala, deque
pueda formarse un bastón, se aprecia en mucho por lo fuerte.(Obra
citada). 14Espinillo-
Árbol de la familia de las mimosáceas, con ramas
cubiertas
de espinas y hojas diminutas y florecillas esféricas de
color
amarillo, muy olorosas.
Ceibo-
Árbol de flor amariposada; que se cría formando monte en
las
vertientes e islas del Uruguay y Paraná; de tronco escabroso y
lindas
hojas aovadas y venosas en cruz, a saber, dos opuestas y
una
en el ápice de cada ramito, algunas, no todas, con una espinita
encorvada
hacia abajo en el nervio por el lado del envés, espinas
que
asimismo se halla diseminadas con irregularidad por los
ramos.
Al acercarse la primavera, cúbrese, a la par con las hojas,
de
largos racimos de aterciopeladas flores de hermoso color de
lacre
o granate claro sombreado, henchido de miel el cáliz. (Obra
citada).
Ombú.
Árbol frondoso. Prende de rama y en cualquier terreno. Su
madera
no arde ni sirve para nada; pero sus hojas tienen
propiedades
medicinales:
son purgantes. (Obra citada).
El
abuelo materno, a donde va a vivir con su hermano mayor y su
madre
viuda (su padre murió a raíz de un accidente cuando el
poeta
tenía sólo siete meses) se llamó Ángel Castrillo.
15
págs .9/ 10/11/12/13/14/15
Revelación
Aquí.
De nuevo. Desde antes, desde siempre.
A
la sombra abuela de los árboles viejos
y
a la infantil caricia y travesura
de
gráciles renuevos.
Agobiados
por el peso del estío
los
animales rumian sus míseras fatigas.
Un
perro olvidado
y
solo en su soledad
me
ha tomado por dueño.
Llamada
por el árbol
un
aura fresca me recorre
y
sueño…
Las
abejas, desde el hueco de un tronco,
incesantes,
laboran su universo.
Y
estos seres de eglógica pureza,
¿sabrán,
acaso, que se ha ido el siglo XX,
que
el hombre aún sigue en su extravío
y
en la búsqueda de una verdad sin tiempo?
Seguramente,
todo es más sencillo
y
natural y bueno.
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Juan
Amigo
Nombre
único y sonoro
llega
atravesando siglos:
de
todos los nombres, Juan
es
claro nombre de amigo.
¡Cuánta
nobleza atesora!
igual
que el apóstol bíblico.
Digo,
simplemente, Juan
como
si dijera amigo.
Cuando
duele la nostalgia
para
poderlo evocar
-amigo
entre los amigos-
digo,
simplemente, Juan.
pàg. 42
Un
día...
El
azul pentagrama de la lluvia,
tu
recuerdo tenaz como una herida
que
no termina de cerrar.
Un día,
un
sol recién lavado
alumbrará
de nuevo en tu ventana
y
estarás esperándome
para
ponerle claves de armonía
al
azul pentagrama de la lluvia.
pàg.
50
Gerardo Molina. Poeta,
escritor y docente uruguayo.
Los
Cerrillos. (Canelones) Uruguay.
Publicó:
El latido de la copla; El viajero y las
estrellas; Alucinado amor; Del amor y del mar; Notas dispersas; Pasiòn de
España y otros poemas.
llega atravesando siglos:
de todos los nombres, Juan
es claro nombre de amigo.
igual que el apóstol bíblico.
Digo, simplemente, Juan
como si dijera amigo.
para poderlo evocar
-amigo entre los amigos-
digo, simplemente, Juan.
Un
día...
El
azul pentagrama de la lluvia,
tu
recuerdo tenaz como una herida
que
no termina de cerrar.
Un día,
un
sol recién lavado
alumbrará
de nuevo en tu ventana
y
estarás esperándome
para
ponerle claves de armonía
al
azul pentagrama de la lluvia.
pàg.
50
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