Alejandro Schmidt

Mi corazón era una planta
cuando
mi madre era niña
mi
corazón era una planta
y
era la tierra para ella
un
grano redondo de perfume
yo
crecía en su pecho
sin
saber del agua ni el espacio
que
va de la luz a las sequías
crecí
para decirle una palabra
una
palabra, lenta, inolvidable
hace
unos años que espero su silencio
para
ordenar mis hojas ante ella
mi
verde temblando en la intemperie
en
nuestra casa hay un jardín de piedras
que
su sombra refresca
en
una foto que está sobre la mesa
la
vi cuando era más joven que su pena
su
silencio
llueve
ahora sobre mi corazón
y
esa palabra que yo estaba buscando
era
la raíz de un sueño en donde amaba
la
niña de mi madre ausente del ocaso.
Diversiones
recibí
un vale por una entrada gratis a City Park
allí
encontré el Globo de la Muerte y la Mujer Araña
a lo
lejos, en la autopista que cruza las montañas
mi
amor es un tren fantasma
nunca
sabremos para quien cantaban los patos de madera
derribados
uno a uno
en
el salón e tiro.
Lengua
herida
tatuada para besar la luz, cubriéndola de ampollas
sonido
que arroja el cuervo de vivir
el
alfabeto del mundo está en tu ausencia
una
máscara acústica es sólo el vapor de la voz
hijos
de las palabras
¿a
que miráis esa mujer ahogada con su hijo muerto en los brazos
inertes?
Estos
dos poemas de 1989 y 1990
respectivamente que me envió Alejandro, permanecían inéditos.
Desconozco, si los mismos fuero publicados posteriormente en alguno de sus
libros
Poeta, editor y periodista cultural argentino
1955. Villa María (Córdoba) - 2021 Córdoba
(Argentina)
Publicò:
Elegìas y epitafios (poesía),Serie americana ( poesìa ), Dormida, muerta o hechizada (poesía), Blanchard o el Aciago destino ( ensayo ),
El diablo entre las rosas (poesía), En un
puño oscuro (poesía), Como una
palabra que pudiste decir (poesía), El
patronato (poesía), Silencio al fondo (poesía), Esquina del universo (poesía) ,
Sissí (poesía)- 2021 (libro póstumo),
entre su vasta obra.
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