Lonko Pincén
Te llevaron a la isla, Pincén.
Quiero creer que anduviste sus playas,
que exploraste la misteriosa selva.
Quiero creer que sembraste
justicia bajo esas estrellas.
Pero sé que no es cierto.
Sé de tu celda maloliente,
de tus noches sin mañanas,
del dolor silencioso, del tormento.
La última aurora te despierta.
En la penumbra cantan tus ancestros,
danzan tus hijos no engendrados.
El poncho resbala tus heridas,
desnuda tanto sufrimiento.
Un viento con olor a sures
trae las voces de tu pueblo.
¡Pincén, Pincén! - gritan los tuyos -.
¡Pincénnnn! ¡No es el fin, es el principio!
Allá lejos, el sepia de tus fotos
va rodando entre manos enguantadas,
tés ingleses y susurros de seda.
A salvo, niñas y caballeros,
se santiguan al verlas.
Poeta. Narradora.
La Plata (Buenos Aires). Argentina.
Publicò: La mujer que sòlo decía cosas lindas y otros cuentos… Más allà de los miedos, Cuando esta lluvia Pase
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