Con cuchara de palo revuelvo el año
para que no se oxiden los recuerdos
y floten a tiro de memoria
Somos muchos
el guiso no alcanza para el hambre de todos
hay que raspar el fondo
sacar la costra quemada
masticar sin cobardía
apretar las tripas, resistir lo amargo
y tragar mirando lejos
en dirección a un tiempo que vendrá al rescate
habrá que estar atentos
aquí la inocencia no tiene cabida
los chacales advierten su olor a talco
en cambio le temen al hambre organizado
que sale a la calle a reclamar su porción de pan
oliendo a sudor y rabia
Nos temen porque sabemos de pájaros y nidos
y hace mucho que ya no renunciamos
tienen miedo los perros, gruñen pero retroceden
cuando los vemos a la cara y nos quitan la mirada
no pueden, no saben,
no tienen ojos que aguanten
la luz.
Narradora oral de cuentos, poeta y escritora
La Consulta, Mendoza, Argentina . Reside en Bialet Massé, Cordoba, Argentina
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