Instrucciones para
dar Cuerda al Reloj
Allá al fondo está la muerte, pero no tenga miedo. Sujete el
reloj con una mano, tome con dos dedos la llave de la cuerda, remóntela
suavemente. Ahora se abre otro plazo, los árboles despliegan sus hojas, las
barcas corren regatas, el tiempo como un abanico se va llenando de sí mismo y
de él brotan el aire, las brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el
perfume del pan. ¿Qué más quiere, qué más quiere? Atelo pronto a su muñeca,
déjelo latir en libertad, imítelo anhelante. El miedo herrumbra las áncoras,
cada cosa que pudo alcanzarse y fue olvidada va corroyendo las venas del reloj,
gangrenando la fría sangre de sus rubíes. Y allá en el fondo está la muerte si
no corremos y llegamos antes y comprendemos que ya no importa.
Conservación de
los recuerdos
Los
famas para conservar sus recuerdos proceden a embalsamarlos en la siguiente
forma: luego de fijado el recuerdo con pelos y señales, lo envuelven de pies a
cabeza en una sábana negra y lo colocan parado contra la pared de la sala, con
un cartelito que dice: "Excursión a Quilmes", o: "Frank
Sinatra".
Los
cronopios, en cambio, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos
sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio y cuando
pasa corriendo uno, lo acarician con suavidad y le dicen: "No vayas a
lastimarte", y también: "Cuidado con los escalones". Es por eso
que las casas de los famas son ordenadas y silenciosas, mientras que en las de
los cronopios hay gran bulla y puertas que golpean. Los vecinos se quejan
siempres de los cronopios, y los famas mueven la cabeza comprensivamente y van a
ver si las etiquetas están todas en su sitio.
La tristeza del
cronopio
A la salida del Luna Park un cronopio advierte que su reloj
atrasa, que su reloj atrasa, que su reloj.
Tristeza del cronopio frente a una multitud de famas que remonta
Corrientes a las once y veinte y él, objeto verde y húmedo, marcha a las once y
cuarto.
Meditación del cronopio: "Es tarde, pero menos tarde para
mi que para los famas, para los famas es cinco minutos más tarde, llegarán a
sus casas más tarde, se acostarán más tarde.
Yo tengo un reloj con menos vida, con menos casa y menos
acostarme, yo soy un cronopio desdichado y húmedo".
Mientras toma café en el Richmond de Florida, moja el cronopio
una tostada con sus lágrimas naturales.
Ixelles, Bélgica, 26 de agosto de 1914-París, 12 de febrero de 1984
fue un escritor, traductor e intelectual argentino. Optó por la
nacionalidad francesa en 1981, en protesta contra el régimen militar argentino.
Es considerado uno de los autores más innovadores y originales de su
tiempo, maestro del relato corto, la prosa poética y la narración breve en
general, y creador de importantes novelas que inauguraron una nueva forma de
hacer literatura en el mundo hispano, rompiendo los moldes clásicos mediante
narraciones que escapan de la linealidad temporal. Debido a que los contenidos
de su obra transitan en la frontera entre lo real y lo fantástico, suele ser
puesto en relación con el realismo mágico e incluso con el surrealismo.3
Vivió tanto la infancia como la adolescencia e incipiente madurez en
Argentina y, desde la década de 1950, en Europa. Residió en Italia, España,
Suiza y Francia, país donde se estableció en 1951 y en el que ambientó algunas
de sus obras.
Además de escritor, fue también un reconocido traductor, oficio que
desempeñó, entre otros, para la Unesco.
Publicò:
Rayuela, Casa tomada, Bestiario, Todos los fuegos el fuego Final del juego,
Octaedro, Libro de Manuel, Papeles
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