Voy
e expulsar
todas
las tempestades que habitan
mi
cuerpo
dejaré
de nombrar a los que se fueron
y
las voces que me nombran no las escucharé
en
señal de rebeldía
el
cansancio de otros no será mi cansancio
ni
sus gritos mis gritos
tampoco
sus inquisiciones abordarán mis sentidos
no
seré un hombre nuevo renovando su piel
sólo
seré distinto
cerca
de la luz
………………………………………………………………..
En
esta escasa geografía
que
me rodea
suceden
cosas
cerca
del límite
las
mañanas son iguales
a
las noches
como
una extraña unión
que
duele
y
las tardes vuelan desnudas
golpeando
las paredes
bajo
el efecto de la espera
gris
mi
piel se resiste a la ausencia
de
otras pieles
cada
vez menos
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Llueve
como
un presagio
alguna
despedida bajo las lágrimas
un
deseo en alguna ventana
mientras
figuras fantasmales
caminan
sobre los cristales
llueve
y
las ausencias se acrecientan
…………………………………………………………………………………
BUDAPEST
Esa
ciudad que me llama
Si
hubiera llegado hasta allí
a
salvo de todo
recogería
medusas inteligentes
con
un grial hurtado del palacio
y
tendría alas invisibles para pasar inadvertido
cantaría
melodías desconocidas
la
mesa en medio del salón de vidrios
sin
mantel
sin
vajillas
sin
cubiertos
con
flores de tiempos inciertos
los
espejos que hablan a los rostros tiesos
las
sillas de felpa esperan confiadas
las
brujas no se visten de negro
y
son difíciles de reconocer detrás de las cortinas
las
puertas no tienen miradores aliados
los
que murieron no resucitan
a
pesar de los rezos de las mujeres oscuras
la
luz se escapa descalza debajo del puente
cerca
del río que se lamenta solitario
la
tierra es roja casi siempre
después
de las lluvias se vuelve amarilla
en
ella bailan los duendes disfrazados de larvas
el
cielo se arrodilla tras las montañas
antes
que el sol descubra las crestas de los pájaros
el
aljibe suspira
su
aliento sombrío derrumba a la mariposas
no
llegué a ese lugar tan lejano
es
como un sueño arrumbado en un baúl blanco
clausurado
en antaño
quizá
haya niños frente a la vidrieras ovaladas
sin
juguetes de lata
los
hombres usan sombreros gigantes
las
mujeres esperan tras la ventanas dóciles
con
sus labios pintados con sangre de sus dedos
ellos
las besan ácidamente
para
irse a la guerra que aún no fue declarada
Budapest
está
lejana
allí
recoges medusas inteligentes
y me
reclamas en tus silencios que gritan
a
salvo de todo
a
salvo de mi
Poeta
Nación
en Lanús (Prov. Buenos Aires). Argentina
Publicò:
Destino, Silencios pintados en la piel, Resurrecciones, Mundo
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