Las
ruinas del pasado
Tres
horas después de que oscureciera, el cacique Juan Chelemín se sentó en el ushnu
de la plaza de armas a fumar su tabaco, mientras observaba las estrellas. Entre
bocanada y bocanada imaginaba lo felices que serían sus descendientes en ese
lugar, miles de años después.
Sonreía
pensando que los niños jugarían en esa misma plaza hasta que el sol de cada día
cayera detrás de las montañas. Soñaba que habría tres plazas más. Incluso que
el terreno sería el doble de extenso. Tendrían cientos de kollkas y tampus más
para guardar todo el alimento proveniente de sus grandes cosechas. Contarían
con nuevas paredes de piedra, de mayor altura, para mejores miradores. Habría
más habitaciones. En la habitación más grande guardarían todos los granos.
Tendrían construido un mortero gigante que todos los días usarían.
Juan
Chelemín era tan inocente que ni siquiera sabía que muy pocas cosas en la vida
suceden como se imaginan.
Actualmente
sus descendientes tienen viviendas de cemento. Ninguno cosecha su alimento y
desconocen lo que es un mortero. En muy pocas ocasiones sus hijos juegan en una
plaza.
Pero
lo que jamás imaginó es que su cultura permanecería encerrada en un museo.
Escritor
Nacio
en Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Ganador del II Certamen Internacional Shincal
de Micro relatos a los Pueblos Originarios.
Certamen
Internacional Shincal de Micro relatos a los Pueblos Originarios
Agradecemos
a Carlos Bonserio presidente del Centro Cultural Kemkem entidad organizadora
del Certamen
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