Naufragio
La madrugada insomne despabila
la sangre adormecida y fulgurante,
y recorre este sueño vigilante
que se quedó clavado en mis pupilas.
En su reloj oscuro se perfila
un vagón de fantasmas delirantes;
dirigen sin saber mi vida errante
con paso despiadado que aniquila.
No quedará más nada de aquel plagio
en esta soledad que me rodea
sumergido en el mar de los adagios.
Solo seré la luz de algún presagio,
la vaga sensación de alguna idea,
los restos esparcidos del naufragio.
Escarcha
Andar tras de la escarcha y en su fuego,
subido al escondite de las horas.
Como si las desgracias no existieran
o fuesen solo risas sin angustia,
como si no bastara esta sal inundando nuestros ojos
cuando nos duele el cielo
o la cara mugrienta de la noche.
Andar tras de la escarcha y en su fuego,
teniendo la certeza
de que morir
es trascender su quemadura.
Poeta.
Cosquìn (Còrdoba) Argentina
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