jueves, 19 de septiembre de 2019

Violeta Bòncheva


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Sentir el océano

Me acerqué a él
hasta sentirlo –
se hallaba adormilado y humedecido,
hundido en sí mismo.

No me esperaba,
pero extendió sus brazos
hacia mí.

Prestó oídos a mi silencio
y pudo comprenderlo
todo...


Aquì la arena arde

Aquí la arena arde también de noche.
Muchachas de rodillas empapadas tejen
la melodía del infinito.

Un sombrero rueda hasta el agua,
dos gotas de aguardiente
se sumergen con deleite y diluyen
el contorno de los cuerpos.

 Como el mar agitado

Cierta vez un poeta dijo
que llevábamos el mar
en nuestros corazones,
que no importa dónde estuviéramos
si sentimos sus olas
y sus transparentes canciones.

Y tú, como un mar infinito,
derramas tus aguas tiernas
por mis pensamientos nocturnos,
y yo dibujo sobre la hoja blanca
unos ojos fijos.
sintiéndote como el mar
agitado
y muy profundo...

Naciό la ciudad de Stara Zagora (Bulgaria). Poeta.
Publicò: Húmedo esbozo,¨Espejo¨;Un instante equivocado; No tendrá adios; En el ombligo de la luna¨, bilingue,  y los libros en prosa: ¨Historia del padecimiento; El sombrerote¨, bilingue y ¨Lilium; Gotitas de Escobedo.

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