Dedo en la llaga
Estoy escuchando a R.E.M-“Losing my Religion”
Y mi esposa me distrae y me dice:
-Unos tíos míos, “misioneros” en las Indias
Han llegado al pueblo cargaditos de oro y plata
Robados a los indígenas, como ellos mismos cuentan
Y Ja, Ja, Ja.
-En la rectoría de su colegio católico nacional
Venían las mujeres indígenas a suplicar
Que aprobáramos las asignaturas a sus hijas e hijos
Por un real, prometiéndonos, a veces, un regalo carnal.
Ellos se han vuelto a las Españas
Porque, según cuentan:
-Esos caminos de las Indias no se pueden transitar
Pues no hay más que violaciones, muertes, asesinatos
Y una pregunta sangrante en el ambiente:
-Esa joven, esa mujer, ese líder indígena
Vivo o muerto, ¿cómo está?
Los gobernantes por causa de sus ansias de robar y violar
Como la Otan, Usa, Rusia, o de matar
No hacen nada por reparar el mal, sino que le aumentan
Pues tan sólo les interesa, como al señor de la USA o de las Rusias
Si su concubina subyugada y sumisa sigue teniendo
Debajo de su lindo pecho ese lunar
Por culpa del cual cayó rendido sobre el suelo
Después de hacer con ella el acto sexual.
Los tíos de mi mujer se han casado
Con unas romeras del Camino de Santiago, en España.
Dicen que les pusieron el dedo en su carnal llaga
Y con agua bendita y con vino bendecido
Pudieron ellas su Amor resucitar, que estaba bien muerto
Y las hicieron su esposilla natural.
Aunque, un día, estas dos mujeres
Salidas de su cuarto de arreglar, le dijeron a mi esposa:
-Estos dos hombres, tus tíos, sí, tus dos tíos de las Indias
Son el mismísimo diablo o Satanás
Que nos han tratado de engañar
Pues no son más que dos maricones a mayores
Que han querido echar nuestro Amor en agua sal
Como si nuestro Amor fuera un pavo o una perdiz
Que haya que cocer para a los pobres dar.
Yo seguí escuchando y viendo el vídeo oficial de REM
Tirándome la inclinación de llevar mi dedo índice derecho
A su llaga pero, ella, con un escobazo, me espantó.
Y Ja, Ja, Ja.
Extractos de un viaje en COVID-19
Este debe haber sido un lugar
Donde se detuvo Covid-19 global
Un campamento, tal vez.
Toda la mañana, toda la noche
Escuchando thrssh thrssh
Sonidos de cestas temblorosas
Orejas a tierra bajo sueños
Nebulosas giratorias
Y nubes de lluvia
Sobre el valle de la sabiduría perfecta
Más una carretera
Sobre un terreno con semillas y manos.
Ancianas, chicas jóvenes
Bebés llorando y algunos hombres
Viviendo con aire puro
En la misma línea cabalgando hacia las montañas.
Sus sueños eran como una rueda
Subiendo la colina, bajando la escarpa
Y la pandemia ininteligible
Dentro del suelo.
Se levantaron.
Anhelo de ojos
Y un corazón en el centro
Como una llama sin humo
Destellando la luz con deseo
A través de un arbusto sobre el arroyo.
¿Esperando ver qué?
Todos nos reímos al principio también.
Entonces una buena noticia:
Cepillando nuestro cabello
Estábamos listos
Para comenzar por un nuevo lugar
Sin el Covid-19 global.
Poeta, escritor pintor y fotógrafo.
Vallelado, (Segovia), España. Vive entre Madrid y Burgos.
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