Autocensura
La noche sideral enfriò tus venas
(quien le canta ahora ahora a la mañana)
Y aun aire de plomo establecido
Atravesò los pàrpados, glorioso
(todos durmieron a esa hora).
Como un denso pedernal metàlico,
el sueño, embargò
expropiò
barriò
la soltura de la Idea,
y no fuè solo sueño lo que estallò
en el alma tributaria de los hombres …
fue tiniebla y miedo
rudos compañeros dirigiendo la comarca.
¿Quièn le canta al polvo de la aurora?
la infinita espera del almendro,
las bocas crujen en sus lechos
y las manos apretadas no responden.
Sepultada la Palabra
no hay luz a la distancia
y es terrible la tristeza acorralada
en el grueso silencio de los bosques solitarios.
Solo un rumor de hojas … y después nada,
escondidas .. en cúmulos de tinta imaginarios
salpicadas de sangre las vocales
y la consonante, en el suplicio, detenida …
han pasado ………. las Palabras.
Poeta, escritora.
Publicò: “Cielo verde”, Vuelos en cruz”, co autora del lbro: El Gringo que venìa de allà”, Cocina vasca campesina”
Coronel Moldes (Còrdoba) Argentina
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