Panadero de luz
(poemas) de Irene Scalabrelli, Bialet
Massè (Còrdoba) Argentina.
74
pàg. 18x13 cm. ISBN 978-987-4969-11-8
Arte
de tapa y edición gràfica :Carolina Ellenberger
Ediciòn:
Alejo Carbonell
Ventiluz
Poesìa.
Ed.
Lago Editora
2019.-
Panadero
de luz es el primer libro de Irene Scalabrelli.
Tal
como sucede en sus poemas, la autora regò pacientemente, a pesar de los vientos
y los frìos, hasta que sus versos se fortalecieron.
Equilibrados,
medidos, madurados durante mucho tiempo,
los poemas nos traen una vida de movimiento, de cambios, pero también de
contemplación y, cuando hizo falta, de guarecimiento..
Ahora
que ya pueden dar sombra es notable la capacidad expresiva que alcanzan:
frescos, profundos, reposados.
(Comentario
de contratapa)
Amanece
en la cocina
el
olor al guiso de la noche
hay
que abrir la ventana
dejar
que el aire entre
y
empuje
y
limpie.
Pasa
un hombre
que
canta fuerte
porque
no sabe que lo escucho.
Los
perros se han dormido
y
es perfecta la luz en todos lados.
Me
voy con la mirada
hacia
donde va la calle
y
no quiero decir nada
que
ponga en riesgo
a
la mañana.
pàg. 7
Los
días de viento
al
día recién nacido
plancharlo
con las manos
hasta
amansar su fuerza
o
su desgano
separar
prolijamente las horas de los minutos
y
reservar para más tarde lo que quede.
Tratar
con delicadeza las aristas
(hay
días que lastiman si se los apura).
Estirarlo
con paciencia, alisar los pliegues
es
sabido que allí se esconden
los
renunciamientos.
Hacer
corresponder propósitos
con
tiempos redondos
evitar
las horas picos
recordar
recreos y meriendas
programar
un sueño breve
y
salir de la siesta hacia la tarde.
Si
el clima lo permite
marcar
con cuidado
las
zonas de aire libre
y
dejar que la noche
llegue
como de sorpresa
decidir
el momento
de
apostar de nuevo
elegir
el vino
completar
las coordenadas
de
tiempo y de distancia
y
brindar con el día
maduro
y relajado.
Antes
de dormir
hacerle
un bollo
y
ponerlo debajo de la almohada.
Un
día tratado con cuidado
garantiza
sueños prometedores.
pàgs 72/73
Acaso
sólo se trate de estirar la mesa
al
día recién nacido
plancharlo
con las manos
hasta
amansar su fuerza
o
su desgano
separar
prolijamente las horas de los minutos
y
reservar para más tarde lo que quede.
Tratar
con delicadeza las aristas
(hay
días que lastiman si se los apura).
Estirarlo
con paciencia, alisar los pliegues
es
sabido que allí se esconden
los
renunciamientos.
Hacer
corresponder propósitos
con
tiempos redondos
evitar
las horas picos
recordar
recreos y meriendas
programar
un sueño breve
y
salir de la siesta hacia la tarde.
Si
el clima lo permite
marcar
con cuidado
las
zonas de aire libre
y
dejar que la noche
llegue
como de sorpresa
decidir
el momento
de
apostar de nuevo
elegir
el vino
completar
las coordenadas
de
tiempo y de distancia
y
brindar con el día
maduro
y relajado.
Antes
de dormir
hacerle
un bollo
y
ponerlo debajo de la almohada.
Un
día tratado con cuidado
garantiza
sueños prometedores.
pàgs 72/73
al día recién nacido
plancharlo con las manos
hasta amansar su fuerza
o su desgano
separar prolijamente las horas de los minutos
y reservar para más tarde lo que quede.
Tratar con delicadeza las aristas
(hay días que lastiman si se los apura).
Estirarlo con paciencia, alisar los pliegues
es sabido que allí se esconden
los renunciamientos.
Hacer corresponder propósitos
con tiempos redondos
evitar las horas picos
recordar recreos y meriendas
programar un sueño breve
y salir de la siesta hacia la tarde.
Si el clima lo permite
marcar con cuidado
las zonas de aire libre
y dejar que la noche
llegue como de sorpresa
decidir el momento
de apostar de nuevo
elegir el vino
completar las coordenadas
de tiempo y de distancia
y brindar con el día
maduro y relajado.
Antes de dormir
hacerle un bollo
y ponerlo debajo de la almohada.
Un día tratado con cuidado
garantiza sueños prometedores.
Irene Scalabrelli. Narradora
oral de cuentos, poeta y escritora
La
Consulta, (Mendoza), Argentina . Reside en Bialet Massé, Cordoba, Argentina
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